
El concepto de impresión es más amplio pues
supone la evolución de diversas tecnologías que hoy hacen posible hacerlo
mediante múltiples métodos de impresión y reproducción. Como la flexografía, la serigrafía, el Huecograbado, el alto
grabado, la fotografía electrolítica, la fotolitografía, la litografía, la impresión offset, la xerografía y los métodos digitales
actuales.
Sutra del Diamante, hallado en la cueva de Dunhuang (China). Es el documento impreso de fecha conocida más
antiguo que se conserva. Fue realizado el 11 de mayo del año 868.
Ya los romanos tuvieron sellos que imprimían
inscripciones sobre objetos de arcilla alrededor del año 430 a. C. y el 440 a.
C. Entre 1041 y 1048, Bì Shēng inventó en China —donde ya existía un tipo de papel de arroz el
primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base
de complejas piezas de porcelana en las
que se tallaban los caracteres chinos; esto constituía un complejo
procedimiento por la inmensa cantidad de caracteres que hacían falta para la escritura china. En 1234
artesanos del reino de Koryo (actual Corea), conocedores de los avances chinos
con los tipos móviles, crearon un juego de tipos que se anticipó a la imprenta
moderna. Sin
embargo, la imprenta moderna no se creó hasta el año 1440 aproximadamente, de
la mano de Johannes Gutenberg.

En el desarrollo y evolución de la imprenta la Iglesia
jugó un papel muy importante y a la vez contradictorio pues mientras a través
de la Inquisición se prohibía la circulación de determinadas obras, obispos y
misioneros promovían la introducción de la imprenta en el Nuevo Mundo y la
edición de libros para evangelizar a los indios, como biblias, misales y otros
textos religiosos.
Otras razones poderosas para introducir la imprenta en el
México fueron la necesidad de imprimir trabajos burocráticos de la colonia
española así como impresos educacionales.
Estos acontecimientos ayudan, a entender y explicar el
fenómeno de la imposición de los valores hispánicos sobre la población indígena
y la transculturación europea, lo cual aclara el proceso formativo de la
cultura en México.
Juan Pablos de Bresca, Italia, fue quien estableció la
primera imprenta en México, con su oficial, Gil Barbero, y un ayudante en la
llamada "Casa de las Campanas", en la esquina de las actuales calles
de Moneda y Lic. Verdad, como representante de Juan Cromberger, impresor alemán
radicado en Sevilla. Cromberger había obtenido el privilegio y la merced de
Carlos V de ser el único autorizado para imprimir y vender libros en estas
tierras. El 12 de junio de 1539 Juan Pablos firmó un contrato. con Juan Cromberger para trabajar la imprenta, el cual
establecía, entre otras cosas, que las ediciones salidas de las prensas de la
Nueva España ostentarían la leyenda "en casa de Juan Cromberger"
durante diez años, lo que explica la ausencia del nombre de Juan Pablos en su
primeras ediciones y, sólo hasta 1546, ya muerto Cromberger (1540), tras varias
gestiones, estampa su nombre en los libros que edita. Concluido su contrato con
Cromberger, Juan Pablos solicitó y obtuvo del Virrey de Mendoza el privilegio
exclusivo para imprimir en la Nueva España.
Pocos inventos han tenido la influencia en el
ser humano como la creación de la imprenta, ese antiguo arte que, si va unido a
una obra en labor del tipógrafo y a la obra escrita de un buen autor,
proporciona una obra de arte completa, lista para conmover en belleza literaria
y estética tipográfica al lector, el fin primero y último de la imprenta.

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